lunes, 22 de marzo de 2010

El destete

En los animales mamíferos es algo natural y ley de vida , el destete, es cuando la madre ya le molestan los chupetones que le sacan de sus entrañas más de lo que ella puede dar, que le obligan a trabajar más en su labor de madre, si es cazar, a cazar doble y si es rumiar, a rumiar más, eso conlleva a que sus hijos se tengan que buscar su sustento y a enfrentarse a la naturaleza por si mismos, a sufrir y a gozar en pocas ocasiones de haberlas.
Pero ocurre que si es animal mamífero y además racional, es decir mujer, esposa y abuela, eso sucede en contadas ocasiones, digo contadas porque eso dicen otros, que verlas no las he visto.
Pero en mi corta experiencia, el destete solo sucede si es varón(solo porque dos fieras en una misma casa no cuadran), pero si es hembra, acudirán más a la lobera.
Muchas personas refunfuñan cuando no se produce el destete(sobre todo hombres) y las mismas cuando no aparecen en su “lobera”(sobre todo mujeres).
En los animales es gradual y progresivo , en las personas es una progresión aritmética, primero la teta, luego teta y leche en polvo, luego leche y papillas, y al final terminas haciendo comilonas y pelando chumbos porque el niño de cuarenta años se clava espinas, lo curioso, que termina gustándote.
P.D. Quiero a mis nietos

3 comentarios:

  1. PIYAYO:
    Estamos donde siempre: tiran más dos tetas que dos carretas,jejejejeje.
    Salu2, 3en1 (marido, padre y abuelo)

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  2. A los críos se les queda para siempre una especie de nostalgia. Le pasó a mi hijo mayor, Víctor, que ya estaba loco por la comida de verdad cuando nació mi sobrino y entonces empezó a gritar a todas horas: "¡Quiero tetaaaaaaa!", con una melancolía que te dejaba hecha polvo, jeje.
    El hombre, como especie, es un mamífero melancólico, sí;-)
    2 besos para don 3 en 1.

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  3. Curiosamente, el hombre quiere curar su nostalgia entre la suavidad, la finura, la calidez y el gozo de recordar sueños entre los senos de una mujer, al menos yo gozo solo con su tacto y el saber que están dispuestos hacia mi, como decia Miguel Hernandez:
    "tus pechos locos crecen hasta mí dando saltos de cierva concebida", asi que el destete es imposible de ralizar.

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