Frases de elpiyayo

Un hombre, solo es libre en su mente y aún así, estará atado a su moral, ética y principios, de no ser así,no hablamos de hombre.

Lo importante para un drogadicto no es poder dejar las drogas, sino poder conseguirlas.

El que en mierda está enterrado nunca la huele, solo los de su alrededor.

A quien le guste viajar y gastar poco dinero, sobre todo lo segundo, para mi que disfrutará poco sus vacaciones.

Aunque lo prestado está cerca de lo dado, siempre está la certidumbre de no ser el dueño , si coges a una mujer prestada pagarás con sangre tu error, por hombre encabronado o mujer despechada.

“Al pasar por el río me dijo el barquero, las niñas bonitas no pagan dinero” ¿Con que se cobró el barquero?.

No conozco una mujer que coja cariño a un perro y lo abandone, pero si a hombres perros y las más tontas a algunos hombres.

Hay matrimonios que ni mucho ni poco, ni bueno ni malo, ni juntos ni separados, para ellos todo es lo mismo, por lo tanto jamás se divorciarán, triste lazo de unión.

Un cabrero que ama el campo, prefiere estar siempre entre cabras que entre cabrones, jamás serán políticos ni sindicalistas.

Cosas que suelen pasar, pegar un piñazo con un coche, un gatillazo, pisar una mierda de perro y a algunos , muy pocos, les toca la loteria.

Si el Gordo de la lotería se llamase la GORDA, Viviana sería aún ministra.

Los que mejor chatean no son los adictos a internet, sino los que lo inventaron, los vascos cuando toman sus chatos.

Euro, moneda adoptada por la mayoría de los europeos, con la excepción de siempre los mismos hijos de la Gran... Bretaña. Eurazo, moneda andaluza con la que se compra un melón de más de tres kilos y además está bueno.

No hay mayor ofensa que dar una opinión sincera a una mujer presuntuosa.

Majazo, dicese de un fuerte golpe cometido por un majarón.

Cosa harto imposible,que un hombre viva con dos sentimientos antagónicos como el odio y el amor, pues donde hay uno no cabe el otro, no hay emulsión,solo muerte.

Cuando vuelve a casa un hijo por no poder vivir solo o en compañía de otra, es como la vuelta del hijo pródigo, pero matando los terneros sin alegría, sino por obligación.