lunes, 12 de octubre de 2009

Hijo puta ¿por qué?

En mi tierra decirle hijo puta a una persona es como clavarle un palillo de dientes en un ojo.
Si del error o la libre elección de una mujer sale un hijo puta es como el que nace con los ojos azules, o bizco, o cojo, no es porque el lo quiera así, siempre será hijo puta, por lo tanto es una condición que es inherente de ese ser, incluso es de suponer que ni el tenga consciencia de ello. Decirle cojo (o hijo puta) a una persona es insultarlo cobardemente o torpemente.
Lo único que he podido entender es que se ofende a solo una persona, al padre que tocó criar a esa criatura aunque la intención sea la de ofender a su madre y al que de su condición es esclavo. Lo que más duele es que insulten a tu madre por ligera de cascos y lo que más enorgullece es que hablen de tu padre como conquistador, pensamiento machista.
Pero mi Andalucía lo arregla rápido, porque decirle a un amigo “que hijo puta eres”, es como decirle “granujilla”, “picarón”, “sinvergüencilla”, es alabarlo por algo que ambos sabemos que bien, bien no está. Entre amigos no se es “merdellón” (en Málaga se les llama así a las personas mal habladas)

1 comentario:

  1. Ja, ja, ja, ja qué panzada a reír. En el fondo todos tenemos algo de hijos de puta en el buen decir, sobre todo en algunos momentos de nuestra existencia. Saludos piyayo. Un fuerte abrazo y feliz comienzo de semana. By un ladrón de versos.

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